martes, 21 de abril de 2009

¿?

Vea, es que se me cayó una cosa en la tasa del baño.
Es una cosa MUY importante.
Si, es una cosa chiquita.
Y, si, yo ya había "hecho de mi cuerpo".
No, no puedo bajar el agua porque entonces la cosa muy importante pero chiquita se va por la tubería y ya no me quieren mas en la casa.
Listo, déjenme sola en este momento de ira e intenso d(olor).
Listo, idiotas, no voy a botar el tenedor pero si lo voy a marcar para saber (yo solita) cuál es y nunca usarlo.

Ciao.

NADIE LE PEGA A MI GATA.

Como les parece que estoy estrenando sofá. Y como les parece que a mi gata le gusta el sofá. Y como les parece que le gusta tanto, que lo cogió a uña desde el primer día que lo vio…

- Novio: ¡Ana, la gata está arañando el sofá!
- Ana M.: Bájate del sofá, Lola…
- Lola: (sonido de uñas contra el sofá)
- Novio: Anita, en serio que esto es el colmo. La gata se tira las cosas y las cosas valen plata y uno la plata se la gana trabajando y en el trabajo se sufre y manjejhsd fjhs bosd…
- Ana M.: Compremos el repelente de arañazos que vimos en el supermercado. No creo que debamos desgastarnos en esto; es decir, la gata no se quiere tirar el sofá, sólo quiere afilarse las uñas porque esa es su naturaleza, es su instinto…
- Novio: ¡Ah, no! Yo le hice una rascadera que tiene lana y tapete y fique. Me importa un pito el instinto, la voy a coger a palo la próxima vez que…

Querido, guapo y nunca bien ponderado novio: hace tiempo te pregunté por qué los hombres NUNCA podían evitar ver a una vieja en la calle o en el cine o mientras hablan con la novia o mientras los están metiendo en una ambulancia por haberse estrellado dado que no se puede evitar ver a la vieja que viene por la acera. Solemnemente tú, sabio y amado defensor de los hombres, dijiste que era algo “instintivo”.

Que eso no significa que vayas a tirar con cada vieja que NATURALEMENTE NO PUEDES DEJAS DE VER. Igual que la gata, ella no se quiere tirar el sofá, sólo lo va a arañar. Instinto.

Que la gata ya tiene rascadera. Incluso la rascadera tiene más y mejores texturas que el sofá. Tú ya tienes novia; no sé si será mejor que las demás, pero ya tienes una. Sin embargo, como a la gata, algo más poderoso que tu voluntad te OBLIGA a desviar la mirada a otras plazas. Instinto.

Amado novio, yo hablo español y tú también. Un día te dije que no me importaba ni cada cuánto ni cómo mirabas a las demás. Sólo te pedí no hacerlo mientras estamos teniendo una conversación, porque de veras me molesta.
El día que hablemos idioma gatuno le pediremos a la gata que se desquite con cualquier cosa, menos con el sofá nuevo. Pero mientras tanto, o compramos el repelente de rasguños o yo te doy una paliza cada vez que te vea seguir tus instintos, tal y como pretendes hacerlo con mi gata.